

1. Impacto en la inflación, poder adquisitivo y crecimiento económico
La dolarización en Ecuador logró estabilizar la inflación que, antes de 2000, era un problema recurrente en la economía. La adopción del dólar estadounidense como moneda oficial permitió al país reducir drásticamente los niveles de inflación, que pasaron de cifras de dos dígitos a niveles controlados en torno al 1-2%. Esta estabilidad de precios facilitó la previsibilidad económica, favoreciendo tanto a consumidores como a empresas, que ya no debían lidiar con las fluctuaciones del sucre.


En cuanto al poder adquisitivo, la dolarización permitió que el valor del dinero se estabilizara, aunque, en el largo plazo, la rigidez en la política monetaria ha afectado la competitividad de los productos ecuatorianos en los mercados internacionales. El hecho de no poder devaluar la moneda para ajustar el valor frente a otras divisas ha impedido un crecimiento económico más dinámico. Sin embargo, se observó un crecimiento moderado en el Producto Interno Bruto (PIB) en los primeros años de dolarización, impulsado por el aumento de la inversión extranjera y la confianza en el entorno macroeconómico más estable.

2. Efectos en la desigualdad, pobreza y empleo
La dolarización tuvo efectos mixtos sobre la pobreza y la desigualdad en Ecuador. En el corto plazo, la estabilidad macroeconómica contribuyó a reducir algunos de los índices de pobreza, ya que la inflación controlada y la estabilización de precios proporcionaron un entorno menos volátil para las clases más vulnerables. Sin embargo, la falta de control sobre la política monetaria y la imposibilidad de devaluar la moneda para aumentar las exportaciones limitó la creación de empleos de calidad y la reducción de la pobreza de manera significativa.


La desigualdad, por otro lado, no mostró una mejora clara. En muchas ocasiones, los sectores más pobres del país no se beneficiaron de los efectos de la dolarización, ya que no hubo políticas fiscales suficientes para contrarrestar la falta de empleos bien remunerados. Además, el costo de vida aumentó en ciertas áreas, especialmente en productos importados, lo que afectó de manera desproporcionada a los más vulnerables económicamente.
